Soltar es necesario, pero a veces lo olvidamos: también hay cosas que vale la pena sostener. Nos enseñan que el crecimiento está en dejar ir, en fluir, en no aferrarnos a lo que ya cumplió su ciclo. Y sí, hay muchas situaciones y personas que necesitan despedirse de nuestra vida. Pero el valor no solo está en soltar, sino también en elegir lo que queremos conservar.
Hay principios que no deben negociarse, sueños que merecen ser defendidos, relaciones que valen la entrega. No todo debe diluirse en el aprendizaje del desapego. Porque hay momentos en los que, en lugar de preguntarnos si es tiempo de soltar, debemos preguntarnos si es momento de luchar.
Así que sí, aprende a soltar lo que ya no te hace bien. Pero también ten el coraje de sostener con fuerza aquello que sigue vibrando contigo. Porque al final, el verdadero valor está en saber qué merece quedarse.