La “madre del rey Lemuel” aparece en Proverbios 31:1, donde se nos dice que las palabras del rey provienen de la enseñanza que recibió de ella: “Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.”
Aunque no se menciona su nombre ni más detalles sobre su vida, su legado es inmenso. Ella es la voz detrás del famoso pasaje de la “mujer virtuosa” (Proverbios 31:10–31), un poema que describe a una mujer fuerte, sabia, trabajadora, generosa y temerosa de Dios. Este texto no solo es una guía para la mujer piadosa, sino también una enseñanza para los hombres sobre el valor de una compañera sabia y temerosa del Señor.
Algunas tradiciones judías han sugerido que Lemuel podría ser un seudónimo de Salomón, lo que implicaría que su madre sería Betsabé, aunque esto no está confirmado en el texto bíblico.
Lecciones espirituales de esta madre anónima:
1. La enseñanza materna puede formar el carácter de un líder.
2. La sabiduría transmitida en el hogar puede impactar generaciones.
3. El consejo piadoso es un legado eterno.
Preguntas para reflexionar
1. ¿Qué enseñanzas estoy transmitiendo (o recibiendo) en el entorno de mi hogar que pueden marcar generaciones?
2. ¿Valoro la sabiduría femenina como una voz de orientación espiritual y práctica?
3. ¿Estoy formando mi carácter (o el de otros) con base en principios eternos como la justicia, la integridad y el temor de Dios?
4. ¿Reconozco el valor de la mujer virtuosa no solo en lo que hace, sino en quién es?
5. ¿Qué legado espiritual estoy dejando —o anhelo dejar— en la vida de los que me rodean?
Aplicacion práctica:
Dedica un momento esta semana para escribir un consejo sabio que te gustaría transmitir —a tus hijos, a alguien joven en la fe, a un amigo, o incluso a ti mismo en el futuro. Puede ser sobre carácter, justicia, respeto, o el valor de vivir con integridad. Luego, ora para que ese consejo sea guiado por Dios y sembrado en tierra fértil.
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