jueves, 17 de julio de 2025

UN GRAN SACRIFICIO

La historia de Abraham e Isaac

Abraham fue un hombre que fue llamado amigo de Dios. Él y su esposa, Sara, se quedaron de piedra cuando Dios les prometió que tendrían un hijo. Pensaban que eran demasiado mayores para tener hijos. Pero las promesas de Dios siempre son verdad, y su hijo, Isaac, nació cuando Abraham tenía cien años y Sara noventa. El nombre de Isaac significaba «risa» porque Sara se había reído, por incredulidad, cuando Dios le dijo que tendría un hijo en su vejez. Pero Dios le había respondido: «¿Acaso hay algo demasiado difícil para el Señor?».

Algunos años más tarde, Dios tenia una prueba para Abraham. Le pidió a Abraham que demostrara su amor y obediencia a Dios ofreciendo a su hijo Isaac en sacrificio.

Pese a lo duro que era, Abraham decidió obedecer. Confiaba en las promesas de Dios. Tomó dos criados y a Isaac, y fueron juntos a cortar leña para el fuego de su ofrenda. Luego partieron hacia la montaña donde Dios le había indicado a Abraham que ofreciera el sacrificio. Al tercer día de viaje, Abraham dijo a sus sirvientes que se quedaran atrás mientras él e Isaac seguían adelante juntos. En el camino, Isaac le dijo a su padre: «Tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para la ofrenda?».

Abraham respondió: «Dios proveerá el cordero».

Cuando llegó al lugar adecuado, Abraham construyó un altar y puso la leña encendida. Luego ató a Isaac y lo puso sobre el altar. En el último momento, el ángel del Señor detuvo a Abraham, diciéndole: «No le hagas daño. Ahora veo que realmente respetas a Dios, porque estuviste dispuesto a entregar a tu único hijo>>.

Abraham miró entre los arbustos y vio un carnero atrapado por los cuernos. ¡Ahí estaba el sacrificio para ofrecer en lugar de Isaac! Y así Abraham llamó al lugar «El Señor Proveerá».

Entonces el ángel del Señor le dijo a Abraham: «No me has negado a tu único hijo. Por eso te bendeciré a ti y a tu descendencia, y haré que sean tan numerosos como las estrellas del cielo y la arena de las playas. A través de tus hijos, todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque me has obedecido».

Abraham creció durante esta difícil prueba. Aumentó su confianza y su fe porque amaba a Dios y había visto que Dios se mostró como el proveedor perfecto. Abraham era verdaderamente un <<amigo de Dios>>.

(Adaptado de Génesis 17:1-18:15; 22:1-18; Hebreos 11:17-19)

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