¡Una historia transformadora y llena de gracia! La "mujer samaritana", cuyo nombre no se menciona, aparece en Juan 4:1–42 y protagoniza uno de los encuentros más profundos y reveladores con Jesús.
Resumen:
Jesús, de camino a Galilea, decide pasar por Samaria y se detiene en el pozo de Jacob. Allí se encuentra con una mujer que llega sola a sacar agua, algo inusual, lo que sugiere que era marginada por su comunidad. Jesús le pide agua, rompiendo barreras culturales, religiosas y de género. En la conversación, Él le revela su conocimiento sobre su vida (había tenido cinco maridos y vivía con un hombre que no era su esposo) y le ofrece "agua viva", símbolo de la vida eterna. Ella, impactada, reconoce que Él es el Mesías y corre a compartirlo con su pueblo. Muchos samaritanos creyeron en Jesús gracias a su testimonio.
Lecciones espirituales:
1. Jesús busca a los rechazados y les ofrece dignidad y salvación.
2. La verdadera adoración no depende del lugar, sino del corazón: “en espíritu y en verdad”.
3. Un encuentro con Jesús transforma no solo una vida, sino comunidades enteras.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué sed espiritual estás tratando de saciar con cosas temporales?
- ¿Estás dispuesto/a a dejar tu “cántaro” y correr a compartir lo que Jesús ha hecho en ti?
- ¿Cómo puedes romper barreras para acercarte a otros con el mensaje del evangelio?
Aplicación práctica:
Esta semana, busca un momento de silencio para hablar con Jesús como lo hizo la mujer samaritana. Sé honesto/a. Luego, comparte con alguien cercano una verdad que Él haya revelado a tu corazón. Tu historia puede ser el inicio de una transformación mayor.
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