¡Excelente elección! "Salomé", madre de los hijos de Zebedeo (Santiago y Juan), es una figura fascinante del Nuevo Testamento. Aunque aparece brevemente, su presencia revela mucho sobre el discipulado, la ambición humana y la fidelidad.
Resumen:
Salomé es mencionada en los evangelios como la madre de Santiago y Juan, dos de los discípulos más cercanos a Jesús. En Mateo 20:20–23, ella se acerca a Jesús con una petición audaz: que sus hijos se sienten a su derecha e izquierda en su reino. Jesús responde con firmeza, enseñando sobre el verdadero liderazgo como servicio. Más adelante, Salomé aparece entre las mujeres que "presenciaron la crucifixión" (Marcos 15:40) y que fueron al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús (Marcos 16:1), lo que muestra su fidelidad hasta el final.
Lecciones espirituales:
1. Dios transforma nuestras ambiciones en oportunidades para servir.
2. La maternidad también es un llamado espiritual: Salomé impulsó a sus hijos hacia Jesús.
3. La fidelidad no siempre se ve en grandes gestos, sino en estar presente en los momentos difíciles.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué motivaciones hay detrás de mis peticiones a Dios?
- ¿Estoy dispuesto/a a seguir a Jesús incluso cuando el camino es doloroso?
- ¿Cómo puedo usar mi influencia para acercar a otros al Reino?
Aplicación práctica:
Esta semana, ora por las personas que Dios ha puesto bajo tu cuidado —hijos, discípulos, amigos— y pídele sabiduría para guiarlos hacia Jesús, no hacia tus propios planes. Como Salomé, entrégales al Maestro, aunque eso implique soltar el control.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario