La historia de “Agar” es profundamente conmovedora: una mujer extranjera, esclava, marginada… pero vista y amada por Dios. Su vida nos habla de esperanza en medio del abandono y de cómo el Señor se revela en momentos de mayor dolor.
Pasaje clave: Génesis 16 y Génesis 21:8–21
Resumen:
Agar era sierva de Sara. Cuando esta no podía tener hijos, entregó a Agar a Abraham para que tuviera descendencia a través de ella. Tras el nacimiento de Ismael, surgieron tensiones que llevaron a Agar a huir al desierto. Allí, en su desolación, Dios se le apareció. Ella lo llamó “El Roi”, "el Dios que me ve", reconociendo que no estaba sola. Más tarde, volvió a ser expulsada, pero Dios volvió a cuidarla y prometió hacer una gran nación de su hijo.
Lecciones poderosas:
1. Dios ve y se preocupa por los que son olvidados o rechazados.
2. Él se revela de manera personal en medio del sufrimiento.
3. El valor de una persona no está definido por su estatus social, sino por el amor de Dios.
Preguntas para reflexión o discusión:
- ¿Alguna vez te has sentido como Agar: invisible o abandonado/a?
- ¿Qué significa para ti que Dios sea “El Roi”, “el Dios que te ve”?
- ¿De qué manera puedes mostrar a otros que son vistos y valorados?
Aplicacion práctica:
Haz un acto concreto de compasión esta semana por alguien que tal vez se sienta ignorado: una llamada, una carta, una comida compartida. Sé un reflejo del “Dios que ve”.
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