*"A esta edad, me resulta agotador explicar por qué necesito límites; deberían ser evidentes."*
Los límites no son un capricho, son una necesidad. Con el tiempo aprendes que no tienes que justificar por qué decides proteger tu energía, por qué dices "no" sin culpa o por qué no permites que traspasen tu paz.
Quien realmente te respeta, entiende tus límites sin necesidad de explicaciones. Quien los cuestiona o minimiza tu necesidad de espacio, simplemente no valora tu bienestar.
Hoy elijo poner límites sin agotarme en explicaciones. Porque mi tranquilidad vale más que la incomodidad ajena.
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